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VIII.-NO
MALGASTAR CÉLULAS
Éste
mandato sirve para evitar el envejecimiento producido tras la muerte
repentina de células corporales asesinadas antes de agotar su vida útil
programada.
Las
células madre tienen 60 telómeros. Los telómeros son los extremos
repetitivos de ADN que empiezan los cromosomas. Su función es contar
divisiones celulares de las células madre. Cada vez que una célula
madre se parte por la mitad para crear a una nueva célula hija, se
pierde un telómero. Las células madre solo pueden dividirse 60 veces.
Cuando una célula madre gasta su último telómero ya no puede
dividirse más y empieza el envejecimiento en esa zona.
La fisiología del humano terrestre tiene un patrón de Terapia Celular
de ANTIENVEJECIMIENTO, y define a una natural medicina regenerativa
mortal que solo sirven para reemplazar células muertas de muerte
natural, que es el suicidio o apoptosis celular. Las células que mueren
accidentalmente asesinadas (NO SUICIDADAS) no son remplazadas sino
sustituidas, prestadas de divisiones celulares reservadas a décadas
futuras. Cuando el nuevo hombre terrestre ADÁNICO malgasta y
despilfarra células envejece. Llegando a las décadas esquilmadas de células
su apariencia será de viejo. En esas décadas echará de menos las células
antaño prestadas para reparar su negligencia.
La vida programada de una célula es de 10 años. Al final de su vida útil,
obsolescencia programada, se suicida para dejar su sitio a otra nueva célula
joven que ocupe su lugar. Los 60 telómeros dan para una reposición
celular solo durante un tiempo limitado. Desde la concepción del zigoto
al nacimiento el recién nacidos ya ha gastado 48 telómeros en la
embriogénesis. Solo dispone de 12 telómeros para mantenerse joven
durante 120 años. Bien administrados con cada telómero puede
mantenerse completamente joven una década entera. Si no malgasta células,
cada 10 años estrena un nuevo cuerpo, tan joven y vital como en la década
anterior. La natural medicina
regenerativa del hombre actual es de antienvejecimiento por tiempo
limitado a una longevidad de "Y sus días serán ciento y veinte años."
Pero con una condición: Que no se malgasten células.
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